martes, 16 de agosto de 2011

La isla de los sentimientos

Esta pequeña historia la escuché hace tiempo, y hoy me ha venido de nuevo a la cabeza. Creo que decía algo así...

Había una vez, hace muchos muchos, muchos años, una pequeña y remota isla donde habitaban todos los sentimientos de una persona. Un día, la isla empezó a temblar y a hundirse, y todos los sentimientos se apresuraron a recoger sus cosas y montar en sus barcos para escapar... ¿Todos?


En un pequeño rincón quedaba el Amor... quería quedarse un rato más con su isla, que tanto amaba, antes de perderla para siempre. Con los ojos bañados en lágrimas, el Amor no pudo ver que casi era tarde para escapar, y confuso, fue incapaz de encontrar su barco. Asustado, comenzó a pedir ayuda.


Por delante de él pasó la Riqueza, cargando grandes cofres repletos de monedas y joyas.


- Riqueza, ayúdame, llévame contigo. - le suplicó el Amor.
- No puedo, hay mucho oro y diamantes en mi barco y ya no queda sitio. - le contestó la Riqueza sin apenas mirarle.


Corriendo hacia otro lado, el Amor vio a la Vanidad


- Vanidad, por favor, ayúdame, no encuentro mi barco.
- Lo siento, estás sucio y mojado, arruinarías mi precioso barco. - dijo mirando por encima del hombro la Vanidad


Al poco tiempo pasaron delante de él la Tristeza y la Alegría


- Amigas, ayudadme! No se dónde está mi barco!
- Lo siento, estoy tan triste que prefiero viajar sola. - le espetó la tristeza


La alegría iba saltando y riendo tanto que ni siquiera oyó el sufrimiento del Amor.


Desesperado, el Amor empezó a llorar.


- No llores Amor, ven conmigo, en mi barco hay sitio de sobra.


El Amor miró hacia arriba y vio a un viejecito. La isla terminaba de hundirse y el Amor saltó a su barco, sin saber quién era ese anciano que te tendió la mano en el último momento. Cansado, el Amor cerró los ojos....


Cuando despertó, los sentimientos estaban en tierra firme, sanos y salvos en una nueva isla, intentado organizarse de nuevo ante la pérdida de su anterior isla. 


El amor se despertó confuso... esta no era su isla... pero estaba felíz!
Comprendió que casi muere por permanecer agarrado a una isla que pensaba que era el cielo, sin darse cuenta que realmente era un gran trozo de fría roca hundiéndose poco a poco. Pero en esta isla siempre era primavera! Los sentimientos saltaban y reían felices por haber encontrado esa isla, se encontraban seguros en ella.


Sonriente, el Amor buscó a aquel anciano que le había salvado, pero no le encontró entre los sentimientos. Intrigado, le preguntó a la Sabiduría.


- Sabiduría, tú que conoces todo, podrías decirme quién era el anciano que me rescató en su barco en el último momento?
- Ese anciano era el Tiempo. - dijo sonriendo la Sabiduría.
- El tiempo? Y por qué sólo el tiempo ha querido ayudarme?
- Porque sólo el tiempo es capaz de entender y ayudar a un gran amor.


Puede llevarte una vida encontrar el verdadero amor, pero cuando lo encuentras entiendes que merece la pena el viaje.

это для моей принцессы Саша

Vive, sueña, ama.

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