domingo, 21 de agosto de 2011

Mis tres mayores defectos

Me entra la risa al recordar las entrevistas de trabajo, la famosa pregunta: "¿Cuáles son sus mayores defectos?
La gente trata de sacar defectos positivos: soy demasiado trabajador, soy muy perseverante... cuando lo que les gustaría decir es me escapo de la responsabilidad en cuanto la huelo, bajo presión no trabajo...

Yo tengo tres grandes defectos, aunque desafortunadamente me afectan más a nivel sentimental que profesional.

El primero es que soy muy positivo: siempre creo que hay un camino al éxito, sea del tipo que sea: sentimental, profesional, psicológico... sólo hay que saber encontrarlo, y la mayoría de las veces necesitas la ayuda de una o más personas para afrontarlo, pero siempre se puede! Desafortunadamente te encuentras con barreras que no dependen de ti, como es la actitud y la aptitud de las personas (...pero eso será otra página de este pequeño cuaderno) Y al estrellarte contra ellas, con todas tus ilusiones puestas, quedas conmocionado y desorientado. Y la verdad, duele bastante.


El segundo es que soy confiado. Trabajando con la Policía Científica aprendí que nuestro estado natural es desconfiar, incluso de nuestra pareja y familia (al fin y al cabo llevamos en los genes la lucha por la supervivencia individual) y la gente confiada lo somos porque tenemos una alta autoconfianza, y nos vemos capaces de afrontar un acto con total responsabilidad. En ese sentido puede que sea verdad, porque las consecuencias ante la pérdida de confianza hacen que dude de mi y de las decisiones que tomo: no se si lo que hago volverá a fracasar, o me ilusiono para nada, o si merece la pena hacerlo... Pero en el momento en el que respires hondo y vuelvas a fijarte tus sueños, volverás a intentarlo, a confiar y a volver a ese estado antinatural que es confiar en aquellos que sientes que te quieren, en lugar de en aquellos que quieren algo de ti o contigo.



Y por último, elegido de entre otros pequeños defectos, es que me concentro en lo que hago. Eso puede sonar a virtud, pero me impide realizar muchas cosas al mismo tiempo (cosas que requieran un esfuerzo importante) También me impide disfrutar de la felicidad que me rodea si hay algo que me preocupa, ya que pienso que afectara tanto a mi como a los que me rodean. Pero hay una solución sencilla: comunicación! Basta con hablar con los demás de lo que te preocupa. Enseguida notarás si te están escuchando o simplemente oyendo. Te darán consejos, buenos y malos (recuerda que los consejos están para escucharlos, pero la decisión depende solo de ti)

Creo que en una entrevista habría sonado muy bien, y posiblemente no se los creerían, pero si no supiera cómo afrontar mis defectos, de buena gana los cambiaría por ser holgazán, irresponsable y "pelota" mientras caliento la silla de mi oficina haciendo que trabajo... no, mejor me quedo como estoy, y gracias!

 Una alondra atolondrada

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